Martes a Lanzarote. Se respira un ambiente especial en la isla, huele a triatlón, vibran emociones. Vamos con tiempo suficiente para estar tranquilos, recorrer el circuito en coche, recoger las bicis a Tritransport Bike y ponernos en modo Ironman: Activar, comer, preparar, relajar y descansar.
Los obstáculos en el camino al Ironman aparecen, y una fractura por estrés en el metatarso me tuvo sin correr 6 semanas, empezando a correr-caminar todavía con algo de dolor y mucha prudencia para Terres de l'Ebre, y ya apenas sin molestias durante 5 sesiones. Estaba entrenando para poder buscar algo cerca de las 4h, por lo que tuve que ajustar las expectativas, eliminando el objetivo de tiempo en la maratón, mentalizada a correr lo posible (calculado unos 10-13kms aprox.) y caminar cuando apareciera el dolor. Me conozco bien y era consciente de que no podría terminar corriendo una maratón sin preparación, la única duda (que poco me preocupaba) era qué me haría parar, si el edema, las "cintillas" o qué. Por todo lo demás me sentía con inquietud y ganas de empezar a morder este gran objetivo. Confiada en que los entrenos de Juanjo Martí me han preparado bien para afrontar la prueba y con el plan nutricional de carrera y pre-carrera de Maria Casanova tendré los aportes necesarios.
Viernes, todo a punto. Check in. Relajar, visualizar, descansar.


No están señalizados los cajones de tiempo de salida. No tengo objetivo de tiempo total así que no tiene sentido agobiarme en el agua ni hincharme a ostias. Me coloco en un extremo y nado prácticamente sola, a gusto y disfrutando muchísimo. Llevo un buen ritmo para mi de 1:36-1:40. Me salen 4200m. Salgo contenta del agua y con muchas ganas de bici.
Transición lenta, buscando donde cambiarme (en teoría había carpa de chicas...ya que opté por nadar en bikini, ponerme culotte-maillot y luego pantalón de run) y esperando a que me pudieran poner crema protectora sin éxito.

Qué triste que cada vez hay más drafting. Durante parte del circuito estoy viendo a una GE 35-40 francesa enganchada a rueda, cuando no de uno de otro y cuando no de mi. Tíos que llevo detrás y cuando me adelantan se colocan inmediatamente delante mío, haciéndome frenar y colocarme al lado para volver a adelantarlos a exactamente la misma velocidad y cadencia... en fin..
Barritas personalizadas Make Your Bars, un par de creppes de sarraceno con pavo y dos bidones de 32Gi Endurance fueron claves y funcionaron a la perfección.
Me sale un ritmo de 27kms/h y hago el tiempo más o menos previsto, 6:36:34 (tiempos contados siempre desde mi Garmin), contenta!!
Me sale un ritmo de 27kms/h y hago el tiempo más o menos previsto, 6:36:34 (tiempos contados siempre desde mi Garmin), contenta!!

Sinceramente, horrible, me ofusco, mi padre trata de animarme, me dice que debo tener la cabeza bien alta, que ya lo tengo hecho, que esto vale mucho, que soy grande... pero en ese momento nada me sirve. Me dice que entramos juntos en meta y le digo que NO... no me siento bien.

En la meta me preguntaron "imagino que ha merecido la pena todo ese sufrimiento, no?" y no lo tuve claro. Una falsa ilusión eclipsó el sentido de lo que estaba haciendo y en ese momento no, no encontré satisfacción en la meta, es más, sentí tristeza. Iba preparada mentalmente para aceptar esa situación, pero un click hizo que algo cambiara y como herrero con cuchara de palo me vine abajo.
El camino al Ironman no es fácil, es muy bonito pero también tiene sus agonías. Te preparas durante un largo tiempo para un día. Un día en el que pueden suceder muchas muchas cosas indeseadas, que pueden hacer que, si sólo nos enfocamos al resultado que nos gustaría hacer, pierda todo el sentido y nos frustremos. Disfruta de todo el proceso, de cada entreno, del día a día. Unas horas después ya podía pensar con claridad y volver a ver el sentido de por qué hago esto. Todo lo que he pasado meses atrás, cosas buenas y malas, pero que me dan vida, con las que río, con las que siento, que me gustan. Dicen que de todo se aprende, ahora ya estoy mirando hacia nuevos objetivos y con las pilas cargadas, tengo ganas de más!
Muchas muchas gracias en primer lugar a mis padres que siempre están ahí, al pie del cañón, y a Rubén que también soporta continuamente mis obsesiones. Gracias a Juanjo Martí por sus entrenos, por cuidarme y adaptarse tanto a mí. Gracias a todos por el apoyo que me dáis, los mensajes de ánimo y vuestro interés. Gracias a Medilast y Esportissim, Rudy Project y Eroicians, Silincode, por vuestra colaboración.